Nuevas formas de trabajar,
nuevas formas de vivir
El arte de mezclar un espacio de trabajo con un espacio personal
Con la creciente importancia del teletrabajo y del trabajo a domicilio, el concepto de "despacho en casa" es necesario en un mundo que precisa movilidad y flexibilidad. ¿Cómo podemos integrarlo en casa?
En una entrada
Siempre se ha dicho que se pierde mucho espacio en la entrada. ¡Este es el momento de sacarle provecho!
Lo ideal es preparar el ambiente de trabajo con un escritorio de pared que ocupa poco espacio o con un despacho poco profundo. Ambos tienen la ventaja de poder cerrarse para esconder tu pequeño caos. En cuanto a la silla, cógela del salón pero no dejes que deambule por la entrada.
En el salón
Es el momento de retirar el aparador de la pared y reemplazarlo por un escritorio. Simplifica y opta por muebles que se fundan con la decoración: un escritorio de madera clara, una bonita silla de diseño, una lámpara de despacho para una iluminación bien dirigida, bonitas cajas de almacenaje, etc.
Puedes colocar varios estantes en la pared para almacenar libros y documentos sin sobrecargarlos. Y si tienes demasiados documentos, opta por cajoneras con ruedas para colocar debajo del despacho. Aquí no vale acumular, se necesita rigor en el almacenaje para evitar la invasión de papeles y de dosieres en el salón.
Escoge la sobriedad, un ambiente blanco en una pared blanca, por ejemplo, o muebles coordinados con los del salón. Como solución auxiliar, también puedes utilizar la parte posterior de tu sofá, que forma una partición natural, para instalar un despacho.
En el dormitorio
Nos parece lógico colocar el despacho en el dormitorio porque al fin y al cabo, a parte de dormir, pasamos poco tiempo en él. ¡Por eso es una buena idea invertir en este espacio que duerme durante el día! De nuevo, adapta el ambiente para integrar muebles que combinen con tu decoración. Siéntete libre para llenar las paredes con librerías, que te permitirán guardar libros y dosieres en bonitas cajas.
Si el dormitorio es lo suficientemente grande y tu cama tiene el cabecero unido al somier, separa la cama de la pared e invierte el espacio colocando un escritorio en la parte trasera del cabezal. Otra opción es un escritorio con ruedas que se cierre y se convierta en una cómoda. Visto y no visto, el arte del camuflaje actúa como medio tabique o como mueble clásico que no obstruye el espacio.
En un armario o en un armario empotrado
En este caso, no dudes en transformar el rincón y equiparlo con una puerta corredera, vaciar y personalizar el armario con el fin de transformarlo en un despacho. Esta opción, siguiendo el arte del "do it yourself", combina bricolaje y personalización.
De ti depende diseñar este espacio con estanterías, puertas correderas, bonitas cajas y un equipamento adecuado que te permita trabajar en las mejores condiciones. Una vez las puertas estén cerradas, el despacho desaparece y puedes dedicarte a otras actividades.
En un espacio dedicado al 100%
Si el despacho se ha convertido en una opción esencial para ti porque trabajas desde casa, no dudes en convertir una habitación de la casa en un espacio de trabajo. Aprovecha una habitación que se haya quedado libre o disfruta de los m² de la buhardilla o del sótano para desarrollar este nuevo espacio. Recuerda que, ante la presión familiar, un despacho puede convertirse en un espacio "refugio".
Aquí, obviamente, el equipamiento se muestra completo pero se personaliza para adaptarse al estilo de la casa. Opta por un auténtico despacho o un sobre con caballetes con una cómoda butaca con ruedas, una librería con estanterías para guardar dosieres y libros y también un buen sofá o una chaise longue, sobria y discreta, para leer y relajarse entre trabajo y trabajo.